Solidaridad y comunidad en la catástrofe

La madrugada del pasado 07 de marzo del 2025, Bahía Blanca fue golpeada nuevamente por un terrible temporal que se llevó la vida de 17 personas y nos dejó varios desaparecidos a la fecha.
Al igual que la ciudad, la Biblioteca de Humanidades Arturo Marasso, sufrió, tanto en el fondo general como en sus diferentes colecciones, una afectación directa debido al alud de agua que cayó en el lapso de casi 6 horas de lluvias ininterrumpidas en el que se estiman entre 250 y 300 mm.
No obstante, y consonancia con las autoridades del Departamento de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur, la dirección a cargo de la Lic. Marcela Esnaola dispuso el tratamiento prioritario de toda la documentación afectada.
Inmediatamente se inició un protocolo de trabajo que involucró a todas las áreas de la biblioteca y se definió la recuperación bibliográfica de la mayor cantidad posible de ejemplares.



En primer término, se programó un proceso de despliegue del material afectado en espacios acordes y en las condiciones nece-sarias para el secado, teniendo en cuenta el contexto de desastre.
En segundo lugar, se realizaron las tareas limpieza del espacio principal de la biblioteca, bajo la supervisión de biólogos especializados en hongos y esporas del Departamento de biología y Geología de la Universidad Nacional del Sur. La acumulación de sedimentos y barro arrastrados por la confluencia de los arroyos Maldonado y Napostá, generaron grandes estropicios. Gracias a la ayuda de la comunidad académica que aportó recursos humanos esenciales para la labor, se pudo higienizar y desinfectar toda la biblioteca en el plazo estimado.
En tercer lugar, se instruyó un criterio de clasificación del material contaminado de acuerdo al estado. Se establecieron diferenciaciones del material que ya comenzaba a secarse en:

  • Material en buen estado para limpieza y descontaminación.
  • Material en estado recuperable que necesitará diversos tratamientos de limpieza, descontaminación y reparación.
  • Material en deterioro avanzado con un proceso de recuperación prioritario. Este material demandará tiempo y se encuentra bajo tratamiento de frío a fin de ralentizar el deterioro y poder trabajar con ellos en los tiempo que así lo determinen. (Cabe aclarar, que gracias a las gestiones del Departamento de Humanidades, se logró adquirir este equipamiento esencial con este objetivo).
  • Material no recuperable por diversas afecciones (por avance y deterioro tanto del barro como de los hongos).




También se estableció un criterio de acuerdo a la importancia del material. En él, se segmentó por prioridades:
  • El material perteneciente a los fondos Arturo Marasso, Lejarraga y Fondo Antiguo. Se dispuso espacios apartados de tratamiento intensivo y prioritario con el rigor de salvar el 99 % del material.
  • Material perteneciente a otras donaciones con diferentes niveles de procesamiento técnico (Biblioteca Dotti , Laiseca, Huber , etc.) y Hemeroteca.
  • Finalmente, el material perteneciente al Colección General, Colección LED (Libro de Escasa Demanda), Colección CER (Centro de Estudios Regionales), Colección BC (Biblioteca Central) y Colección FM (Fundación Madfre), entre otras.




De forma paralela al trabajo principal, se ordenó limpieza y desinfección diaria de los sectores de trabajo, a fin de desacelerar el avance de la contaminación bacteriana. A su vez, se utilizaron inhibidores químicos y se atacaron los lugares de proliferación de hongos y esporas con preparaciones químicas para su eliminación en el tiempo. Para ello fue necesaria la identificación de cada patógeno y esto se logró mediante los cultivos de los mismo, con la ayuda de la Bióloga Especializada en Micología María Virginia BIANCHINOTTI perteneciente al Departamento de Biología y Geografía de la Universidad Nacional del Sur.



Se identificaron, también los espacios más afectados por lo que se diferenciaron de la misma manera lugares para su tratamiento. Es necesario aclarar, que no sólo se afectó la documentación, sino que también se perdieron los terminales informáticos, mobiliarios y diferentes elementos de trabajo que son esenciales para la continuidad operativa. Por este motivo, y centrados en la recuperación del material bibliográfico, durante el período de un mes, cerramos nuestra atención habitual al público. No obstante, seguimos de forma ininterrumpida trabajando para recuperar el patrimonio de la biblioteca, que no sólo le pertenece a la Uni-versidad Nacional del Sur y al Departamento de Humanidades, sino que es parte de un pa-trimonio cultural de la ciudad y de la región, en dónde se encuentran obras de autores e investigadores locales y nacionales de gran trayectoria; así como también una hemeroteca y un fondo especializado con material único en la ciudad y en la región, y quizás, en el país como el archivo de Colegio Libre de Estudios Superiores (CLES) y el Centro de Documentación Patagónica (CEDOP). Esta es la razón por la que profesionalmente, quienes conformamos el equipo de trabajo de la biblioteca estamos orgullosos de haber definido recuperar el material afectado. Sabemos que nos queda un gran trabajo por delante, pero entendemos que es parte de nuestra responsabilidad con el patrimonio público de la unidad académica a la que pertenecemos.



Si bien se espera una recuperación de entre el 65% y el 75% del material afectado, en el que se estiman unos 12.000 volúmenes, entendemos que el trabajo se extenderá en el tiempo. Luego del secado y la limpieza de la documentación, vendrá la reparación que ser{an parte de un proceso y un desafío para quienes integramos el equipo de trabajo de la Biblioteca de Humanidades. .



Agradecemos a las universidades del sistema público nacional que nos acompañaron con capacitaciones y asesoramiento técnico, como así también, a particulares y agrupaciones de diversas instituciones de Bahía Blanca y del país que colaboraron con insumos, difusión y aportes. Y, muy especialmente, queremos agradecer a toda la comunidad académica, autoridades del departamento, docentes, ex docentes, alumnos, graduados, etc, que, sin dudarlo, y a pesar de haber sido en muchos casos afectados directamente por el temporal, estuvieron en las filas de todo el trabajo que se realizó en la biblioteca de forma voluntaria y sin límite de tiempo. Aún hoy se acercan y nos siguen ayudando. Por eso, no nos alcanzan las palabras de gratitud para con todos los que en un momento tan difícil para la ciudad optaron por colaborar.

Equipo BHAM.